Paso de misterio
Varios han sido los pasos que ha poseído nuestra hermandad lo largo de su historia, desde una pequeñas andas de madera con el que se realizó la primera Estación de penitencia, hasta llegar al existente en la actualidad. El paso de misterio actual, vino a sustituir al que tallara en 1969 el tallista almeriense Llely realizado en madera de ukola con cuatro candelabros de guardabrisas. Hasta entonces, el Señor del Huerto había estado iluminado en su paso por faroles. El paso de Llely fue reformado y agrandado en 1980, realizando el tallista gaditano Sr. Ovando nuevas cartelas que vinieron a sustituir a las anteriores y cuatro capillas en su canastilla. Estas capillas albergaron desde 1985 las imágenes de San José, San Antonio, San Martín de Porres y el Beato Marcelo Spínola, elaboradas en terracota policromada por D. Antonio Luque. En 1986 se sustituyeron los antiguos candelabros de guardabrisas, los cuales se donaron a la Hermandad de la Divina Pastora, por cuatro nuevos para las esquinas con 10 tulipas, y al año siguiente, 2 laterales más pequeños de 5 tulipas, obra todo ello de los talleres sevillanos de Manuel Guzmán Bejarano. Este paso fue vendido a la Pontificia y Real Asociación del Escapulario de San Juan de Dios de Ciempozuelos, Madrid, tras la adquisición de las nuevas andas procesionales.
El nuevo y actual paso fue encargado el 2 de noviembre de 1996 a los talleres de talla y dorado de Antonio Díaz Fernández, de Sevilla. Es de estilo barroco, de los conocidos como de pecho paloma, con molduras de líneas rectas y ocho cartelas, realizada toda su estructura de carpintería ( canastilla y respiraderos) en madera de cedro, mientras que la parihuela está elaborada con pino de Flandes con ocho trabajaderas. Sus dimensiones son 4,50 mts. de largo por 2,30 mts. de ancho siendo la altura de la parihuela de 1,52 mts. Fue realizado en distintas fases, estrenándose la 1ª fase de carpintería en la Semana Santa de 1998. El proceso de talla se fue completando en los años siguientes, ya que se trataba de una obra minuciosa de estilo barroco en la que destacaban las características propias de este, como decoración recargada con los elementos típicos, líneas movidas y piezas dinámicas.
Una vez terminada la fase de talla, la junta de
gobierno elevó a cabildo general extraordinario la aprobación del dorado
y policromado del mismo, que sería ejecutado por el mismo taller
regenteado ya en esos momentos por el dorador Felipe Campos. De igual
forma se aprobó la sustitución de las cartelas iniciales por otras con
imaginería menor. Pese al cambio se respetaba el proyecto inicial de
representar los Santos Sacramentos y pasajes evangélicos en los que se
empleaba el aceite. El estudio iconográfico fue realizado por los
Rvdos. PP. D. José Francisco Piñero Serván y D. José Rodríguez López.
Las
cartelas que representan los Sacramentos del Bautismo (Bautismo de
Jesús en el Jordán por Juan el Bautista), la Confirmación (Pentecostés,
la venida del Espíritu Santo), el Orden sacerdotal (la Santa Cena,
instauración de la eucaristía), la unción de los enfermos (la curación
del ciego) y van colocadas en las esquinas del paso fueron ejecutadas
por el imaginero sevillano D. Mariano Sánchez del Pino. Este artista
también es el autor de la cartela frontal de Jesucristo Resucitado como
síntesis de nuestra Fe y la cartela trasera que representa a la Divina
Pastora. Por contra, las dos laterales alusivas a las hermandades
penitenciales de la parroquia y que representan el momento pasional de
Jesús del Ecce-Homo y Jesús de la Misericordia han sido talladas por el
imaginero sevillano Fernando Aguado Hernández, siendo ambas donadas por
el Grupo Joven de nuestra corporación. En 2018 con motivo del Viacrucis Jubilar Diocesano se le añade la orfebrería de potencias y nimbos a todas las cartelas, obra de Miguel Cuadros.
En la Semana Santa de 2013 se estrenan seis nuevos candelabros de guardabrisas que vienen a sustituir a los que tallara Guzmán Bejarano, los cuatro de las esquinas con siete puntos de luz, y los centrales, más pequeños de cinco. Han sido realizados en madera de cedro por el tallista isleño D. Manuel Oliva León con un diseño en consonancia con el resto del paso. En la Semana Santa de 2014 finalizó el proceso de dorado de los candelabros en el taller de Felipe Campos, de Sevilla.
En la Semana Santa de 2016, junto con la inclusión de los Santos
Apóstoles durmientes Pedro, Juan y Santiago, se estrena un nuevo tronco
de olivo modelado por D. Juan A. Jardines Nodal de gran realismo en el
que se insertan las ramas naturales. Se completa el paso con llamador de
orfebrería realizado por el orfebre isleño D. Miguel Cuadros Belizón
bajo diseño de D. Manuel Oliva León, donde destaca la presencia de un
ángel con el cáliz de la amargura. También en el frontal se coloca
relicario en alpaca plateada con reliquias de ramas de olivo y
fragmentos de rocas de Getsemaní y del Calvario, entregadas en 1979 a la
Hermandad por los Padres Franciscanos, custodios de los Santos lugares,
procesionando con faldones en terciopelo morado, a los que se les ha bordado en 2018/2019 unos broches bordados, obra de Ana Mº Selvático bajo diseño de Manuel Oliva.
Imágenes secundarias del paso de misterio
Ntro. Señor Jesucristo en la Sagrada Oración en el Huerto se representa en su paso de misterio junto con el Ángel de la Amargura y los tres santos apóstoles durmientes, Pedro, Santiago y Juan. El Señor del Huerto siempre ha estado acompañado en su paso por el Ángel de la Amargura, si bien éste ha variado en el tiempo. Algunas de esas imágenes procedían de los talleres gerundendes de Olot, de amplia producción en la España de mediados del s. XX. En 1971se encarga un nuevo ángel al taller de Castillo Lastrucci. Esta imagen que se mantiene en la actualidad, es de madera de cedro policromada, con ropajes también policromados y estofados. Mantiene la línea del Ángel que tallara Salzillo en el s. XVIII, con las alas desplegadas, el brazo izquierdo reconfortando al Señor y el derecho extendido señalando al cielo, a Dios Padre.
El conjunto escultórico de la Oración en el Huerto fue culminado en la Semana Santa de 2016 con la inclusión de las tres imágenes de los Santos apóstoles durmientes. Son obra del imaginero Fernando Aguado y están talladas en madera de cedro. Son imágenes de vestir con el cuerpo semi anatomizado y con los pies, brazos y cabeza policromadas. Como nos decía el propio Fernando Aguado en el Boletín del año 2017 ...la dificultad de tallarlos dormidos es mayor que hacerlos despiertos. La relajación, el peso y aplomo del cuerpo en reposo es mucho más difícil que en actividad, ya que el llegar a la naturalidad de los escorzos y posturas es aún más complejo. Precisa de mucho dibujo y conocimiento anatómico para llegar a plasmar detalles imprescindibles como la dormición en los rostros como la flacidez de las manos y pies. También era complicada la escenografía, pues el espacio en el paso estaba muy ajustado y había que tener un cuidado extremo con las medidas y las posturas sin desmerecer la naturalidad que exigían...
Santo Apóstol Pedro
Santo Apóstol Santiago
Santo Apóstol Juan
Santiago aparece en el costero izquierdo, dormido con las piernas flexionadas y la cabeza algo caída y apoyada sobre la mano izquierda. En el costero derecho San Pedro se representa con una actitud relajada, con las manos dispuestas sobre la cintura y la cabeza apoyada en el tronco del olivo. Por último, San Juan se dispone en la parte central de la trasera del paso en decúbito supino, con la pierna derecha algo flexionada, y la cabeza apoyada sobre una roca. En definitiva Fernando Aguado con esta obra ha querido representar ...tres apóstoles muy humanos, muy de la Isla; tres hombres cada uno en su edad y su madurez, tres expresiones diferentes entre sí y plenos de personalidad. Tres debilidades humanas ante la grandeza de Dios en el momento en que encarnado en su hijo, se cubrió de tinieblas su corazón...
Paso de palio
Nuestra Hermandad a lo largo de su historia ha contado con varios pasos para María Stma. de Gracia y Esperanza Coronada hasta llegar al actual. Muchas han sido las vicisitudes y el trabajo realizado hasta la consecución actual. Haciendo un poco de historia, el paso sobre el que realizó María Stma. de Gracia y Esperanza su primera salida procesional en 1953, fue realizado por los propios hermanos en colaboración con el industrial de esta ciudad Sr. Molina Olmo, siendo sus respiraderos de madera. Una vez pasada la Semana Santa de ese año, se siguió trabajando en el mismo cambiándose los respiraderos de madera por otros de orfebrería. Años más tardes, se estrenarían otros nuevos respiraderos, también de orfebrería plateada, en los que se incluyeron siete capillas; una central dedicada a la Divina Pastora, cuatro en las esquinas advocadas a San Martín de Porres, San Antonio, San Francisco de Asís y San Francisco Javier, y dos laterales dedicadas a Jesús en su Oración del Huerto y a la Virgen con el niño. El paso en esos años iba alumbrado por cuatro candelabros.
En la década de los 70, sobre este mismo paso se comienzan las modificaciones para adaptarlo a paso de Palio, sustituyendo en primer lugar los cuatro candelabros por una candelería. Se comienza a trabajar para la confección de unos varales realizados en los talleres madrileños de Santa Rufina con un primera palio de malla, y que el primer año no procesionó por las inclemencias meteorológicas, siendo la única vez que la Hermandad no ha podido realizar su estación de penitencia por este motivo. Este paso estaba adaptado a las dimensiones de la puerta de la Iglesia de la Pastora, lo que obligó a la Cofradía a adoptar una altura también para el palio adaptada a dichas dimensiones, lo que le confiere un tamaño menor a los habituales. Además, para poder salir por la puerta de Marconi se tuvo que elaborar un sistema de ingeniería cofrade con unas ruedas casi a la altura de los respiraderos para poder salir con el palio por esa pequeña puerta de la capilla.
A partir del año 1974 se comienza el proceso de enriquecimiento de las andas procesionales, lo cual se ha ido desarrollando a lo largo de las últimas décadas con la inestimable colaboración activa de un grupo de hermanos donantes, que con sus aportaciones han fortalecidos los proyectos propios de la corporación. Este proceso de renovación se inició con el encargo de unos respiraderos en alpaca plateada con cuatro maniguetas a los talleres sevillanos de Hijos de Juan Fernández. Son de estilo barroco con 12 cabezas de querubines, diseñadas por Francisco Buiza, y en la delantera el escudo de nuestra corporación. También en esos años se estrenaron varales nuevos, obra de los talleres de Jesús Domínguez, realizándose una peana con los respiraderos antiguos. De las maniguetas penden actualmente cuatros anclas, símbolo de la Esperanza, realizadas en 2013 por el orfebre isleño Miguel A. Cuadros y donadas por nuestro hermano D. Jesús Rodríguez.
Sobre este paso fue aumentándose el ajuar procesional siguiendo el mismo estilo, con la adquisición en 1980 de una nueva candelería a la ya citada orfebrería de Hijos de Juan Fernández que también llevaron a cabo la ampliación de los varales con un nudo central con cabezas de querubines siguiendo el estilo de los respiraderos. En el año 1981 se estrenaron las nuevas bambalinas y techo de terciopelo verde, bordándose todo el conjunto en aplicación por Dª Esperanza Márquez Moreno. La gloria del techo la ocupa un óleo de la Inmaculada Concepción y en las esquinas los cuatro evangelistas, todos obra del artista Manuel Medina. El techo del palio se completa con los lemas “Gracia Plena” y “Esperanza Nuestra” bordados en oro en el interior de las bambalinas delantera y trasera, completándose todo el conjunto con cordonería y flequería de caireles.
En años sucesivos, se sigue actualizando las andas, adquiriendo un juego de jarras, para sustituir a las existentes, en número de doce, ocho para los laterales y cuatro violeteras para el frontal del Paso, siguiendo el mismo diseño del paso al incluir cabezas de querubines y asas con forma de dragón también de la citada orfebrería Hijos de Juan Fernández. Estas nuevas jarras y violeteras fueron estrenadas en 1987, siendo donadas las antiguas a la Parroquia de la Divina Pastora. A partir de septiembre de 1989 se inició el bordado del manto de salida de María Stma. de Gracia y Esperanza, el cual fue ejecutado en varios fases en los talleres sevillanos de Juan Manuel González Hinojosa de la localidad sevillana de La Rinconada, siendo bordado en oro y sedas, bajo diseño del isleño Manuel Correa.
El paso de Palio va aumentando en su conjunto con la realización de los candelabros de cola, de los ya citados Hijos de Juan Fernández, cuya base sigue el mismo diseño que el resto del paso con cabezas de querubines y asas de dragón, contando cada uno con 10 tulipas de guardabrisas.
En el año 2000 se lleva a cabo la realización de una nueva mesa para el paso de palio, siendo elaborada por el maestro carpintero D. Salvador Lemaistre Otero, añadiéndole una trabajadera más.
En el año 2001 se encarga una imagen relicario del Beato Marcelo Spínola, Titular de nuestra Hermandad, realizada en plata de ley por la ya citada orfebrería Hijos de Juan Fernández, en cuya base va entronizada una reliquia del Beato donada por las Esclavas del Divino Corazón de Sevilla, congregación fundada por D. Marcelo. Esta imagen va colocada en la delantera del paso en sustitución de una Virgen del Carmen de propiedad particular que venía procesionando hasta entonces.
Finalmente, en 2002 fue donada a la Hermandad por la familia Castro Valencia, hermanos de nuestra corporación y devotos de la Virgen, una nueva peana en alpaca plateada realizada en la misma orfebrería a la que se le debe casi todo el conjunto de estas andas procesionales, la cual incluye dos cabezas de querubines así como la inscripciones “Gracia Plena” y “Esperanza nuestra”, que viene a sustituir a la anterior, la cual fue adquirida por la Hermandad del Santo Entierro de nuestra ciudad.